Si has llegado hasta este post seguramente estés cansada de mirar las redes sociales y compararte con las personas que salen en tu “para tí” o en la lupa de instagram. Antes de nada, queremos decirte que esto nos ocurre a todos, no hay ninguna persona que no se compare con nadie nunca. Ahora bien, no es lo mismo compararte por cuestiones personales, que por cuestiones físicas. Al igual que tampoco tiene la misma gravedad hacerlo con personas conocidas, que desconocidas. E incluso vía instagram o tik tok o en la vida cotidiana. Todos estos temas, y sus consecuencias, te los contamos a continuación. 

Las redes sociales han traído numerosos beneficios a nuestras vidas, nos permiten conocer gente y culturas nuevas, formas de ocio alternativas, promocionar nuestro negocio, y mantener el contacto con aquellos que tenemos más lejos. No obstante, han llegado a ser tan populares que lo raro actualmente sería estar alejado de las mismas. Es decir, no subir posts, no revisar twitter, o ni siquiera hacer scroll en tik tok. Pero, ¿realmente somos conscientes de los peligros que acarrean, ya no un mal uso, sino, un uso inconsciente de ellas?.

Nos gustaría empezar explicando en qué consisten los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), para, finalmente relacionarlos con la gravedad del tema. Los Trastornos de Conducta Alimentaria son patologías que se caracterizan por presentar una alteración en las pautas de alimentación, o en el comportamiento relacionado con la comida, su ingesta y/o absorción y retención. Que causa un deterioro significativo en el funcionamiento físico, psicológico y/o social de la persona. De acuerdo con esto, existen varios tipos de TCA, cuya naturaleza y síntomas se diferencian entre sí. No obstante, nosotros te vamos a presentar algunos muy comunes:

  • Anorexia nerviosa: Es una patología caracterizada por la restricción y disminución de la ingesta nutricional generando una pérdida de peso importante. Asimismo, la pérdida de peso puede estar acompañada por: un ejercicio físico intenso, por el uso de diuréticos o laxantes, o por el vómito autoprovocado. Así como, por distorsiones en la imagen corporal, un miedo intenso a coger peso, y una preocupación exagerada por la dieta, la figura y peso. 
  • Bulimia: Esta patología se caracteriza por ingerir, en un periodo de tiempo concreto, una cantidad de alimentos mayor a la que las personas afines a su edad, tamaño, peso, y altura ingerirían en el mismo periodo y circunstancias similares. Acompañado de: una pérdida de control sobre la cantidad de alimentos que se comen durante el episodio, la realización de comportamientos purgatorios (vómitos, ejercicio excesivo, laxantes etc) para evitar ganar peso, y la evaluación de uno mismo en función del peso y figura.
  • Trastorno por atracón: Esta patología se caracteriza por ingerir, en un periodo de tiempo concreto, una cantidad de alimentos mayor a la que las personas afines a su edad, tamaño, peso y altura ingerirían en el mismo periodo y circunstancias similares. Con la particularidad de que este (a diferencia del anterior) NO se acompaña de comportamientos purgatorios.
  • Trastorno de evitación/restricción de ingesta de alimentos: Es una patología caracterizada por  una falta de interés aparente por ingerir alimentos, o por una preocupación persistente sobre las consecuencias repulsivas de la ingesta que culmina generando deficiencias nutricionales y pérdidas de peso entre otras consecuencias.

Como podrás observar, en su mayoría se refieren a: (1) bajar de peso de manera significativa, (2) restringir ciertos alimentos o (3) realizar conductas compensatorias  después de la ingesta. Pero, ¿cómo se relacionan estas conductas con las redes sociales?

Bien, no podrás ignorar que las redes sociales nos bombardean de información nueva constantemente. Además de ser el espejo donde los jóvenes y adolescentes en su gran mayoría (aunque afectan a todas las edades y poblaciones) se comparan o recrean. Las redes nos muestran un escenario irreal a nivel físico, ya que están plagadas de fotos editadas con filtros, fotos que se han repetido muchas veces hasta lograr la perfecta, personas con operaciones estéticas que no lo cuentan y aclaman que ellas siempre han sido así etc. Generando así un canon de belleza y perfección IMPOSIBLE Y FALSO que las personas quieren alcanzar. Pero esto no es todo, las redes también están plagadas de vídeos sobre tips y consejos para perder peso. De hecho, el pasado Noviembre de 2022 la revista PLOS ONE analizó el contenido estadounidense de TikTok relacionado con la nutrición, la ingesta y el peso. Averiguando que el 44% de los vídeos analizados contenía información relacionada con la pérdida de peso. Así como, que el 20% exponía transformaciones corporales. Descubriendo que el hashtag #Pérdidadepeso tenía más de 10.000 millones de visitas cuando el estudio comenzó.

De todos modos, que sea una tema cotidiano el peso, la alimentación, o la figura propia o ajena no es nada nuevo. Lo que sí lo es es estar expuesto de manera CONSTANTE a esa información en casa, en el colegio y en las redes. Haciendo mucho más fácil el consumo de su contenido, la comparación injusta entre cuerpos (por todos los factores anteriormente mencionados) y la obsesión con la alimentación y la figura para todas las personas en general, y en particular para los adolescentes. Estos se encuentran en una época de cambios a nivel psicológico y físico, están en busca de sí mismos, y tienen una gran necesidad de ser aceptados por los iguales. No sería raro esperar que, si en un vídeo donde una persona se muestra delgada o habla sobre nutrición, y los comentarios son alabanzas como “que cuerpo tan bonito”, “qué guapa eres”, “estás mucho mejor ahora que antes” o “qué razón tienes”. Con todos los cambios de la adolescencia y con las hormonas revolucionadas los jóvenes no se paran a pensar qué hay detrás de esos vídeos o esos cuerpos: horas dedicadas al deporte olvidándose de otros hobbies como quedar con los amigos, pasar tiempo con uno/a mismo/a o con la familia, restricción de alimentos y pérdida de energía, acompañados de dolor físico y consecuencias negativas en la salud y en el rendimiento académico, o ansiedad, depresión, pérdida de control y vómitos que se vuelven irrefrenables entre otras; es decir, no tener una visión crítica sobre el contenido que consumen en redes sociales sumado a la gran necesidad de ser aceptados por los demás, y al culto al culto al cuerpo y al físico que existe hoy en día. Convirtiéndoles así en una población especialmente vulnerable, y capaz a realizar cualquier cosa (normalmente, conductas patológicas a nivel físico y mental) para: verse bien; que les vean bien; y autovalidarse a través del peso y la figura. Generando así deficiencias físicas y psicológicas que desembocarían en Trastornos de Conducta Alimentaria.

No obstante, que los adolescentes sean la población más vulnerable no implica que los demás estemos exentos de poder padecerlos. De hecho, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) afirma que en España entre el 4,1-6,4% de las mujeres entre 12 y 21 años parecen un TCA. Así como el 0,3% de los hombres. Por otro lado, la Agencia Catalana de Consumo (ACC) confirma que está habiendo un aumento en los casos en personas mayores de 21 años que padecen dichas patologías. Además, la Fundación Cofares informa que la anorexia es la patología psicológica con mayor tasa de mortalidad. Por encima de condiciones como la bipolaridad o la esquizofrenia.

Debido al gran número de casos y la gravedad del trastorno, como profesionales nos vemos en la obligación de advertir que, detrás de las conductas típicas de los Trastornos de Conducta Alimentaria (p ej., restricción, atracones, ayunos etc) se encuentran otra serie de circunstancias comórbidas y compartidas por gran parte de la población como pueden ser: la depresión, la baja autoestima, los traumas, el aislamiento, el miedo al rechazo, la necesidad de control, la ansiedad o la insatisfacción corporal entre otras. Experiencias a las que todos estamos expuestos y que pueden aumentar nuestra vulnerabilidad a padecer un TCA. Por eso, desde aquí reivindicamos la importancia de la prevención, el conocimiento, y el papel tan esencial que recae en el cuidado de nuestra autoestima y salud mental.

Asimismo, queremos recalcar que los Trastornos de Conducta Alimentaria nunca aparecen de golpe. Es decir, que antes del primer atracón, uso de laxante, o restricción de comidas, existen otras serie de conductas que pueden pasar desapercibidas como: mirar vídeos sobre cambios físicos y nutrición de manera obsesiva, compararte con personas que ves en redes sociales, evitar mirarte al espejo, preguntarte si deberías ingerir equis alimento o dudar si salir a cenar con tus amigos por ahí entre otras. Que poco a poco, van calando como gotas de agua, y aumentando la frecuencia, intensidad y duración de las condcutas. Así como, el malestar asociado al cuerpo, la evitación de situaciones, la insatisfacción corporal y personal, y por último, la pérdida de control. 

Por ello, para terminar este post nos gustaría pedirte que, si estás experimentando alguna de las conductas o pensamientos mencionados, por favor, pidas ayuda. Tanto a nuestro equipo de psicólogas como a cualquier otro/a profesional formado en el tema. Pues, cuanto antes se identifique la sintomatología, más fácil será la intervención y menor malestar experimentarás en tu rutina.