Gracias a los tres siguientes fenómenos: el avance social que está aconteciendo entre las mujeres, la importancia que está cobrando la salud en nuestra sociedad, y la fortaleza de las redes sociales, se ha dado “bombo” o mayor visibilidad a una patología conocida como “Depresión post parto”. Si te interesa saber, qué es, de dónde viene y cómo prevenirlo o incluso gestionarlo, ¡sigue leyendo!

La depresión post parto es una alteración del estado emocional que ocurre durante el periodo de gestación o tras el parto. Donde la mujer presenta una serie de síntomas como tristeza, llantos o rechazo al bebé, entre otros, que se comentarán más adelante. Esta patología supone un problema de salud pública ya que, según la OMS, aproximadamente trescientos millones de mujeres en el mundo padecen dicho trastorno. Llegando las cifras a ser entre un diez y un quince por ciento en población general femenina,  un veinte y un cuarenta por ciento aquellas pertenecientes en países que se encuentran todavía en desarrollo. Y un veintiséis por ciento en madres adolescentes. Lo que supone una amplia prevalencia que demanda ayuda.

Pero, ¿en qué consiste exactamente la Depresión post parto? Una mujer que presente depresión post parto experimentaría los siguientes síntomas entre las primeras 4 semanas y los primeros 6 meses de postparto:

  • Llanto de manera continua.
  • Sensación de labilidad emocional.
  • Dificultades de concentración.
  • Problemas en la conciliación o mantenimiento del sueño.
  • Pérdidas de memoria o apetito.
  • Irritabilidad.
  • Sensación de cansancio constante.
  • Sentimientos de culpa o vergüenza frecuentes.
  • Sentimientos de rechazo hacia  el recién nacido.
  • Baja autoestima.
  • Presencia de imágenes o pensamientos relacionados con la muerte.
  • Desesperanza.

Asimismo, estos síntomas ocurrirían de manera frecuente e intensa llegando a interferir en las actividades cotidianas de la madre, y no siendo atribuibles a cualquier otra afección médica o psicológica asociada. Por ello, si conoces a alguna persona que experimente dichos síntomas, es muy importante que le brindes tu apoyo, a la par que le ayudes y acompañes en el proceso de búsqueda de soluciones o solicitud de ayuda de cara a vivir una maternidad plena. De igual manera, si conoces a alguien en una situación parecida, es de vital importancia que acudáis a un profesional formado (un psicólogo/a) para que pueda evaluar su caso y dotarle de las herramientas necesarias para salir de dicha situación. Esto es especialmente relevante ya que, esta condición puede extenderse mucho en el tiempo y tener consecuencias negativas para la propia persona, el bebé y su familia si no se solventa.

Por otro lado, también es muy importante diferenciar la Depresión post parto del conocido síndrome “baby blue”  que se caracteriza por síntomas de tristeza, culpa, llantos e irritabilidad durante los tres o cuatro primeros días tras el parto. Este cesa de manera automática y la labilidad emocional es menor, así como, el malestar y las consecuencias asociadas a la misma. Es muy importante diferenciarlos pues, la maternidad es un fenómeno que te cambia la vida y, sobre todo aquellas mamás primerizas pueden experimentar síntomas de agobio, tristeza, dudas y por ello necesitar un tiempo de adaptación, gestión del bebé, organizar rutinas y horarios y dividir tareas para acomodarse y afrontar la nueva situación familiar.

Ahora que hemos entendido la magnitud de la depresión post parto, vamos a hablar de cuáles son los factores que la predisponen. Es decir, cuáles son aquellos factores que aumentan la probabilidad de padecer dicha patología. Y entre ellos se encontrarán: 

  • Haber experimentado ansiedad o depresión durante el embarazo: los estudios indican que padecer dichas condiciones durante el periodo de gestación aumenta las probabilidades de padecer depresión post parto (DPP)
  • Estar vivenciando eventos estresantes como divorcios, problemas económicos, familiares, etc. durante el embarazo y el post parto: estos eventos sumados a la labilidad emocional de origen hormonal van a hacer que la persona esté en contacto con muchas preocupaciones y emociones negativas que afecten tanto al feto como al desarrollo de la DPP posterior.
  • Carecer de una red de apoyo social con la que contar:  es decir, que la mujer se encuentre con escasa o nula familia y amigos a los que pedir ayuda, apoyo, o con los que contar para expresar sus miedos, emociones, o dudas. 
  • Presentar una mala relación de pareja: un hijo es un estresor muy grande en parejas puesto que generan cambios drásticos en la rutina, la relación y las prioridades. En especial cuando ese hijo es un recién nacido y demanda cuidados y atención a tiempo completo. Esto, sumado a parejas conflictivas o no consolidadas puede generar estrés, tristeza, miedo o desesperanza en la madre y consecuencias negativas para el bebé.
  • Experimentar complicaciones obstétricas durante el parto: vivenciar experiencias negativas e inesperadas durante el parto puede generar muchos miedos, sensación de culpa, dudas y/o malestar en la madre. Así como, algunos resquicios médicos que le generen dolor físico, dificultando así su adaptación a la nueva vida e interfiriendo en su independencia y cuidados del bebé.

Por ende, gran parte de la prevención pasa por conocer dichos factores predisponentes y tratar de evitarlos al máximo. No obstante, también existen otras muchas conductas que nos pueden ayudar a prevenir la Depresión post parto que os explicamos a continuación.

En primer lugar es de vital importancia la educación y concienciación: es esencial que las mujeres embarazadas, sus parejas y sus familiares conozcan la prevalencia de dicho síndrome. Así como, sus síntomas, y aquellos factores que propician su desarrollo para: o bien paliar su efecto de manera anticipada, o bien estar alerta de si la mujer padece dichos síntomas y acompañarla así en la demanda de ayuda ya que se ha demostrado que cuanto antes se solicite ayuda profesional antes se gestiona mejor el problema.

En segundo lugar, es muy relevante que las personas cercanas a la embarazada se muestren afectiva y materialmente disponibles brindándole apoyo, consejos, resolviendo sus dudas, ayudándole con las gestiones relacionadas con el bebé, con la habitación, con el hospital o con las dificultades que puede experimentar durante el periodo de gestación, así como, mantener la misma actitud tras el parto, facilitando de este modo la adaptación a su nueva vida y sirviéndole de soporte emocional y desconexión.

En tercer lugar, para paliar el efecto del estrés en la embaraza, el cual propicia la labilidad emocional y el malestar de la misma, es muy interesante que se le dote de unos cuidados prenatales adecuados, propiciando así su estabilidad física y mental a la par que al del futuro bebé.

En cuarto lugar, y muy relacionado con el punto anterior, encontraríamos mantener un estilo de vida saludable. Esto incluye estar bien alimentada, hacer ejercicio regularmente y dedicar tiempo de autocuidado. Puesto que, cuerpo y mente son un todo y ha de trabajar de manera conjunta para favorecer después del embarazo  una adaptación sana a la nueva vida.

Por último, y para cerrar este post, nos gustaría comentar un poco cómo se trabaja en terapia la depresión post parto ya que, desde Anabel Valencoso Psicología comprendemos la magnitud de este fenómeno, el malestar y las dudas que padecen las madres y sus allegados, el posible miedo a involucrarse en terreno desconocido cuando una se encuentra muy vulnerable y dolida. Básicamente en la terapia se trabajaría de la siguiente manera:

  • Primeramente, se te daría el espacio y tiempo necesarios para entender toda tu experiencia vital: antes, durante y después del embarazo y parto. A la par que se identificarían qué factores te han hecho padecer la patología. 
  • Después, te explicaríamos tu caso, formularíamos un plan de tratamiento individualizado donde se te comunciarían los objetivos. Y te explicaríamos en profundidad en qué consiste la Depresión Post Parto y cómo trabajaremos juntas para salir de ella.
  • Seguidamente trabajaríamos la identificación de aquellos pensamientos intrusivos, dándote herramientas para su gestión. A la par que determinamos aquellas conductas no saludables y las modificamos por otras que faciliten tu adaptación a la nueva vida.
  • También te brindaríamos herramientas de gestión emocional, así como, tips para el cuidado personal (autocuidado).
  • Te ayudaríamos a gestionar la ansiedad asociada a la nueva situación familiar.
  • Te acompañaríamos en el camino de organización y reconstrucción de tí misma en la nueva situación, ayudándote a buscar y crear una vida personal y familiar satisfactoria.

Este sería el trabajo en terapia a rasgos generales, como hemos mencionado, nos parece de vital importancia ir sin miedo a la primera sesión y establecer una relación de confianza con nuestras pacientes. No obstante, el proceso podría sufrir modificaciones (como es lógico) en función del caso, pues desde Anabel Valencoso Psicología nos adaptamos y ofrecemos terapia individualizada a nuestras pacientes: respetando sus tiempos, resolviendo sus dudas y otorgándoles herramientas que les acompañarán toda la vida. Por ello, si conoces a alguna persona cercana en una situación similar, no dudes en brindarle tu apoyo y ayuda. A la par que facilitas el camino hacia el tratamiento de su situación para favorecer una vida lo más satisfactoria posible. Ya sabéis que en Anabel Valencoso Psicología estamos contamos con un equipo de 7 profesionales formadas, especializadas y con dilatada experiencia y dispuestas a acompañarte en cualquiera de tus procesos. ¡Gracias por llegar hasta aquí, nos vemos en el siguiente post!