Nutrición

Problemas con la alimentación

Hemos escuchado en repetidas ocasiones que “somos lo que comemos”, hagamos entonces que nuestra nutrición sea más saludable y mejore nuestra salud, ya que es uno de sus pilares fundamentales. Pese a que cada vez recibimos más noticias sobre el sobrepeso, cómo alimentarse, los atracones, la comida basura y las enfermedades causadas por una mala nutrición, somos uno de los países con mayor tasa de obesidad.

La nutrición que deberíamos seguir para llevar una vida saludable, tendría que ser equilibrada, variada y suficiente para las kilocalorías que gastamos en el día, no hay “dietas mágicas”, hemos normalizado tanto comer mal, que, a un proceso de nutrición saludable, le llamamos dieta, como concepto despectivo que tenemos que desechar para tener un proceso de nutrición saludable.

Por supuesto, necesitamos acompañar este proceso de nutrición, con un buen descanso, hacer ejercicio y estabilidad emocional. Por eso, si te estás planteando cambiar tus hábitos puedes hacerlo en este centro, pues recibirás un trato multidisciplinar. Muchas veces, desistimos de un cambio en nuestros hábitos saludables, por no tener un tratamiento integral donde trabajar las emociones que se generan en un proceso de cambio, como la culpa por no haberlo seguido al 100% el plan o la vergüenza de tener que enfrentarme a la báscula y al profesional de nutrición. Por tanto, es muy importante tener en cuenta todos los parámetros para que esta sea el cambio de hábitos definitivo en tu nutrición.

Nuestras emociones tienen un efecto directo sobre la elección que hacemos y los hábitos de nutrición, si sentimos ansiedad y no la gestionamos bien podemos intentar paliarla comiendo comida que nos satisfaga más, como los dulces o la comida basura, o nuestra falta de autocontrol puede llevarnos a un atracón. De forma contraría, nuestra nutrición también puede influir en nuestro estado emocional, las personas que comen alimentos procesados, azúcares y grasas en exceso tienen más desequilibrios emocionales, ansiedad, irritabilidad o depresión.

¿Cómo puede nuestra terapia combinada a mejorar tu proceso de nutrición?

  • Implementar hábitos saludables como el descanso o la práctica habitual de ejercicio.
  • Enseñarme a realizar menús saludables, equilibrados y con las kilocalorías necesarias para mi funcionamiento.
  • Aumentar mi conocimiento sobre los alimentos y aumentar mi libreta de recetas creativas saludables.
  • Gestionar mi tiempo, sacando tiempo para mis nuevos hábitos saludables.
  • Gestionar emociones que normalmente me llevan a comer o dejar de hacerlo, como la ansiedad, el aburrimiento o la tristeza.
  • Establecer planes de acción para poder mantener mi vida social junto a mis hábitos saludables.
  • Eliminar la vergüenza y la culpa, esto no es un examen, es un proceso y podemos fallar.
  • Cambiar ideas irracionales que me hacen mantener una mala relación con la comida.
  • Aumentar mi autoestima y aceptar mi imagen corporal.
  • Aumentar mis habilidades de comunicación para aprender a decir no, y mejorar mi habilidad de autocontrol.

En casos complicados, también podemos hacer uso del profesional de psiquiatría, por si necesitamos medicación para dormir o para disminuir esa ansia por la comida. Juntos, conseguiremos mejorar tu nutrición. Nuestro objetivo es materializar los tuyos.

¿A qué personas podemos ayudar en su proceso de nutrición?

  • Personas que quieran modificar sus hábitos de nutrición.
  • Individuos que tengan sobrepeso u obesidad.
  • Personas que sienten que lo que están comiendo no les sienta bien a nivel físico y mental.
  • Aquellos que tengan una enfermedad física y necesiten modificar su alimentación.
  • Deportistas que quieran dar el 100% de ellos, aprovechando los beneficios de una nutrición saludable.
  • Personas con un trastorno de atracón.
  • Individuos con un problema de anorexia o bulimia nerviosa.
  • Personas que han probado con mil dietas milagrosas que no han funcionado.
  • Embarazadas o mujeres en periodo de lactancia, para que tu bebe y tú estéis bien alimentados.
  • Personas mayores que necesitan nuevos sabores ante el cambio de papilas gustativas debido al envejecimiento y la correcta alimentación respecto a su medicación y trastornos de la edad.
  • Aquellos que están esperando a realizarse una operación de reducción de estómago, para no recaer en viejos hábitos de nutrición después de la operación.